Haló! Ya estoy de vuelta... ¡Que ganas tenía de veros a tod@s! Y que mono de decoración!!!Y es que, de vez en cuando,
no está de más tirar de la carpeta de favoritos y sacar algunos de esos tesoros que tenemos ahí, guardaditos, olvidados y que ¡¡¡ de repente!!!... un día cualquiera... descubres en un rincón olvidado. Y vuelves a ver las fotografías y siguen siendo tan bonitas como el primer día. Y, al hacer un repaso, te das cuenta que algunas de las cosas que más te habían gustado de ellas sigues sin ponerlas en práctica... Esto es lo que ha pasado con algunas de las imágenes que os muestro a continuación y que vienen directitas de mi carpeta de favoritos. Sin más dilación...
Hoy en "Menos es Más" favoritos decó... ;)
Llevo ya algún tiempo con la
firme disposición de cambiar este despacho desde el que os escribo pero, como supongo recordaréis, un nuevo amor "despachil" ocupa ahora mi vida. Podéis recordarlo visitando:
Inspiración: Mesas Redondas. Por supuesto, líbreme Dios,
os debo una entrada o varias sobre este nuevo espacio pero aún estoy a falta de los últimos detalles, ¡paciencia! Como os decía tenía la firme intención de cambiar el despacho de mi casa y mi idea era
blanco, ¡mucho blanco! y una vitamínica combinación de verde pistacho con algún toque de amarillo limón o naranja. ¿Mi inspiración? Esta fotografía que encontráis a continuación y que saque de una revista....

Otra de mis imágenes de mi carpeta "
Favoritos Decó" la guardé para poner fin a la desnudez de mis paredes. Reconozco que
el tema "paredes" me da un pánico terrible pues soy consciente que es una de las cosas que puede arruinar la decoración de una casa.
Si te pasas estás muerta y si no llegas seguirán pareciendo desnudas... ¡Menudo dilema! La cosa es que algo ya voy teniendo claro y en mi carpeta de Favoritos Decó hay dos imágenes que me encantan para decorar
Esos Muros Desnudos.

Creo recordar que esta foto la encontré en
Delikatissen... ¡dónde si no! y, nada más verla, me di cuenta que
era cuanto necesitaba para poder decorar las paredes de mi salón sin, primero, tener que agujerear demasiado mis paredes, y, segundo, tener que tener siempre los mismo cuadros colgados. Además, rapidamente encontré la versión económica en mi adorado
IKEA gracias al
estante para cuadros RIBBA... ¿Qué más puedo pedir?
La segunda opción es perfecta para decorar el comedor: Platos. Muchos platos. Cada uno de su padre y de su madre, de una gran variedad de colores e incluso tamaños, cada uno con su historia que contar o completamente nuevos y recien llegados de Taiwan... ¡Da igual!
Me parece una solución perfecta para decorar un office de una casa de campo o con solera... Yo de momento sigo haciéndome con todos los que veo para poder tener un día un montón de ellos y hacer una composición preciosa sobre la mesa de mi comedor... ;)
Os debo visitas a todos, lo se... Me pondré con ello en breve. ¡¡¡Será todo un gustazo pues os echaba de menos!!! ;)