Muchas veces perdemos de vista que,
en decoración, los detalles son importantísimos. Una de mis grandes pasiones dentro de la decoración es recibir en casa y vestir la mesa. Creo que, desde hace muchos años, sueño con poder tener un día una vajilla y una cristalería de esas que hacen época. ¿Qué os parecería tener una vajilla de rancio abolengo?... Hoy, en
Cultura Decó: La Cartuja de Sevilla.

La historia de
La Cartuja de Sevilla comienza con
la familia Pickman que ya en el s. XX se dedicaba a la exportación desde Inglaterra de loza y cristal a España teniendo sucursales en las ciudades con puerto de mar, a través de los que accedía más fácilmente al comercio con el interior. En el año 1822,
Charles Pickman llega a Cádiz para continuar con el negocio iniciado por su hermano William fallecido el año anterior. La actividad empresarial de Charles Pickman continuó siendo la
comercialización de los productos fabricados en Inglaterra y que tenían buena salida en el mercado español de la época.

Aprovechando la
desamortización de bienes eclesiásticos de Mendizábal, en 1841 instaló la fábrica de loza en el interior del
monasterio cartujo de Santa María de Las Cuevas, hecho que vinculará los nombres de Pickman y
La Cartuja de Sevilla hasta nuestros días. Desde la fundación de la fábrica en 1841,
se implantaron procedimientos nuevos de origen extranjero que exigían plantas industriales tan diferentes como alejadas en concepción de los obradores cerámicos tradicionales de Triana, muy próximos al monasterio de
La Cartuja.

Charles Pickman
estableció métodos fabriles novedosos como la importación de materias primas extranjeras, el empleo intensivo del molde, el uso de maquinaria especializada como los brazos mecánicos y las prensas de estampación para los decorados, el trabajo de operarios especialistas ingleses y toda la experiencia ceramista del fundador que supuso el éxito inicial de la fábrica.

Un hito importante en cuanto a reconocimiento de la calidad de los productos elaborados por la fábrica se produce
en el año 1871 cuando
La Cartuja de Sevilla es nombrada Proveedora de la Casa Real por Amadeo I de Saboya quien concede posteriormente -en el año 1873- el título de Marqués de Pickman al fundador de Pickman
La Cartuja de Sevilla, por su destacada aportación a los procedimientos industriales.

La calidad y estilo de los productos de
La Cartuja de Sevilla han avalado a la fábrica como
proveedor de las principales casas reales y aristocráticas, que han visitado la fábrica sucesivamente -Isabel II (1862), Alfonso XII (1873), Regente María Cristina (1892), Alfonso XIII (1904).
Las formas, decorados y colores característicos, comenzaron desde la fundación a crear un
estilo propio que se ha convertido en la principal seña de identidad de La Cartuja de Sevilla. Hoy en día, fieles al compromiso adquirido hace más de siglo y medio,
La Cartuja de Sevilla continúa ofreciendo a los consumidores más exigentes, las piezas ornamentales y conjuntos de mesa, donde se unen la más alta calidad de fabricación con el estilo tradicional y personalidad propia de los productos.

Para terminar y, a modo de curiosidad, os traigo hasta "
Menos es Más" una pieza que me ha llamado la atención.
La Cabeza Frenológica de Cubí. Que...
¿Qué es una cabeza frenológica? "
Una cabeza frenológica es una representación de la teoría frenológica, del siglo XIX, que afirmaba que existía una relación entre las funciones intelectuales y el caracter del hombre,y ciertas áreas concretas del cerebro.La cabeza, por tanto, presenta diferenciadas las zonas del cráneo junto con el mombre en latín de la función que representa(p.ej, memoria, amabilidad, concentración, individualidad)" Esta foto que véis arriba es la
cabeza frenológica reeditada en una serie limitada en conmemoración del 125 aniversario de la muerte de D. Mariano Cubí, y los 160 años del primer encargo de la misma a La Cartuja de Sevilla.