Mi rincon azul

No se si os acordaréis de esta entrada en la que os decía que en breve espacio de tiempo tendría el rincón azul de mi dormitorio y ¡voilà!


Para ser sincera, llevaba ya mucho tiempo queriendo decorar esta pared así pero claro, tenía mucho trabajo por delante. En primer lugar, la lámpara de herencia familiar que ocupaba el rincón necesitaba un lavado de cara y las cornucopias blancas, también de herencia, estaban decoradas en pan de oro por lo que... ¡Imagináos qué de trabajo!


A pesar de todo, me puse manos a la obra. Compré pintura azul para la pared, pintura blanca mate para la lámpara y las cornucopias y... ¡a por ello!. Creo que el resultado ha merecido la pena. He de confesar que en un primer momento pensé en hacer la pantalla también pero después de valorar el tiempo que tenía que invertir y el dinero que me iba a costar decidí comprar una ya hecha. No obstante, creo que le pondré un vivo de lágrimas de cristal para darle un "toque" diferente. ¿Creéis que quedará bien?


Ahora, a pesar de tenerlo terminantemente prohibido por mi maridito, (que no quiere que veáis cómo estaba la pared antes porque ¡teníamos una humedad terrible de la bañera!) os pongo una foto del antes y el después. Yo me siento tremendamente orgullosa del resultado y quiero enseñároslo para que todo el mundo vea que con poco dinero, y aún siendo un piso de alquiler, se puede tener una casa bonita. ;)